El acoso escolar, o lo que algunos llaman bullying es un fenómeno que despierta no solo preocupación en los padres sino muchos interrogantes, aunque no sea una situación nueva en nuestra sociedad, ha permanecido oculta, bajo otros nombres o en silencio, no solo dejando de reconocer a los afectados sino a toda una comunidad responsable de la convivencia armónica en este caso, en el ambiente escolar entre niños y adolescentes. Hablar de este tema es prioritario, y en ocasiones se escuchan afirmaciones erróneas que no permiten abordar el tema como debe ser.
A continuación, algunos mitos y verdades sobre este tema que tanto nos interesa.
MITO: Recibir una agresión por parte de otro niño es acoso escolar
VERDAD: El acoso escolar se caracteriza por la presencia de agresiones de manera repetida y sistemática
MITO: El acoso es normal entre niños y no hay que prestarle atención
VERDAD: La intimidación no es aceptable en ningún momento de la vida e ignorar la situación no suele detenerla
MITO: Todos sufrimos de acoso y somos adultos funcionales
VERDAD: Las secuelas emocionales del acoso, de no ser tratadas, pueden impactar significativamente a lo largo de la vida
MITO: Está bien pegar a alguien que está acosando; Es lo que necesita para parar su agresión.
VERDAD: Es comprensible que la persona que está siendo acosada se enfade, pero pegar a la persona que le acosa podría empeorar la situación
MITO: El acoso solo ocurre en el colegio.
REALIDAD: El acoso suele ocurrir dentro del horario escolar, pero también puede darse en redes sociales o las actividades extraescolares
MITO: Es posible saber que un menor o adolescente acosa a otros por la manera de vestir o por cómo actúa
REALIDAD: No hay una forma concreta para identificar a los menores o adolescentes que acosan
MITO: Es fácil detectar las señales que alertan que alguien está siendo acosado
REALIDAD: No siempre es fácil detectar las señales de acoso, ya que no siempre es físico. El acoso emocional, verbal y el ciberacoso pueden dejar señales que la gente no ve
MITO: Denunciar al menor o adolescente que acosa empeora la situación
REALIDAD: Es posible que el menor o adolescente que es acosado tenga miedo a denunciar la situación pensando que quizá no lo creerán o que la situación empeorará. Es importante buscar a alguien de confianza que le ayude a obtener el apoyo necesario para denunciar la situación
MITO: Cuando existe una situación de acoso, la solución es cambiar de colegio
REALIDAD: Cambiar de colegio no es la solución, ya que el menor o adolescente que es acosado puede tener problemas para hacer nuevos amigos o, incluso, sufrir acoso de nuevo
MITO: El ciberacoso es más inofensivo que el acoso en persona.
REALIDAD: El ciberacoso es un problema muy serio; la intimidación puede hacerse viral y el problema puede intensificarse de forma rápida. Además, algunos sitios web permiten hacer publicaciones de forma anónima, lo que puede hacer que el abuso sea más difícil de detener.
MITO: La culpa de una situación de acoso es únicamente del agresor
REALIDAD: El acoso es una dinámica en donde no solo el agresor y la víctima son los protagonistas, sino que es responsabilidad de los observadores por no informar o por apoyar al agresor
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